martes, 1 de agosto de 2017

La lacra de la Biología.

Diferentes grupos étnicos africanos.

En las redes, en los bares y, a menos que tengas suerte, en las comidas y cenas familiares, solemos encontrarnos con posturas un tanto "aventuradas". Por decirlo suavemente. Una de ellas es, desde que el tiempo es tiempo y los cuñados, cuñados, que las razas existen, que los "chinos" son muy listos y que los "negros" son mejores en atletismo porque se dedican a correr delante de los leones. Idioteces como esta, que han sido refutadas una infinidad de veces a lo largo de los últimos 200 años, no merecen más atención que la Tierra Plana, el Falso Alunizaje o la Homeopatía.

Antiguo modelo terraplanista.

Sin embargo, con este tema encontramos un serio batiburrillo de argumentos con más o menos base biológica. Esto hace que a mí, como biólogo, y a muchos de mis colegas, nos toque mucho la moral escuchar o leer este tipo de tonterías. Hay argumentos que son tan sencillos que se desmontan de una forma muy sencilla, mientras que otros, como los de este post (me toca las narices darle visitas a un blog neo-nazi, pero el artículo lo merece). En estos sitios encontramos una gran mezcla de argumentos, bastante bien construidos, salvo por el hecho de que todos son ad hoc (parten de una idea preconcebida, y ya de ahí cogemos lo que nos interesa para construir nuestro modelo/explicación). Esto es bastante peligroso, pues alguien que tenga un conocimiento básico de biología lo verá, y saldrá con la sensación de que esta gente sabe de qué habla, pese a que todo lo que dicen es una tremenda trola.

El uso de resultados científicos en biología para justificar prejuicios no es algo nuevo, y por desgracia está enraizado en la historia de este campo. La primera vez que me leí El pulgar del Panda (Stephen Jay Gould, 1980), me horrorizó la cantidad de anécdotas sobre esta mala praxis científica en relación con la Teoría Evolutiva. Casos como el del Dr Down, Broca, Gratiolet o Agassiz me asombraron y escandalizaron a partes iguales. Sin embargo, el primer ejemplo de racismo justificado por la biología lo encontramos en la misma concepción de la Selección Natural de Darwin.

Y no, Darwin no era racista (algo raro en su época). Era un abolicionista de la esclavitud, y sus planteamientos constituían un ataque a la creencia de aquella época de que cada raza tenía un origen independiente. Esta postura, seguramente, se debía a la influencia de su amigo y tutor de taxidermia John Edmonstone, esclavo líbero. Sin embargo, su primo, Francis Galton, es otro cantar.

Galton, en todo su esplendor.

Galton, profesor de Biología en la Universidad de Edimburgo, y padre de la genética humana, fue el primero en decir que los asiáticos son más inteligentes que el resto, que los negros son intelectualmente inferiores o que los árabes "son poco más que consumidores de los bienes de otros hombres, son destructores". Toda una pieza.
Carta de Galton al editor de The Times, 5 de Junio 1873.

Este señor escribió esta carta al Times pidiendo que le diesen África (el continente entero) a los asiáticos, que negroides y árabes no sabían hacer las cosas. También fue el creador el término Eugenesia, o la regulación de la reproducción para obtener unos caracteres determinados en humanos (Selección artificial de toda la vida, pero con personas).

Todas estas perlas anclaron bien en las cabezas de investigadores y no investigadores por igual, y ha costado casi un siglo eliminarlas de los planteamientos científicos. Sin embargo, como vemos a diario, todavía aparecen en contextos menos formales.  Es la lacra de la Biología.

Antes de concluir, me gustaría remarcar que Galton hizo un trabajo muy elaborado, y que gran parte del conocimiento que nos permite afirmar que las razas no son un concepto con base biológica se basan en este trabajo. Sin embargo, tampoco podemos negar que fuera de los estudios, nos hizo un flaco favor a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario